La ventaja del aliño de carpaccio de cerdo es que se puede personalizar al gusto utilizando diferentes condimentos. El carpaccio de carne es generalmente aliñado con zumo de limón y virutas de queso; sin embargo, también se le pueden añadir algunas especias, como la pimienta, que se utiliza mucho para cocinar.
En este caso vamos a hablar sobre cómo aliñar carpaccio de cerdo con frutos secos. En otros tipos de carpaccio, de salmón o de carne, incluso es posible atreverse con algunos sabores más atrevidos, como añadiendo algo de cilantro.
El aliño en general es un condimento utilizado en la elaboración de platos, con el propósito de añadir un contraste adecuado entre los diferentes sabores y completar la degustación del plato.
En función de las necesidades del plato y preferencias de los comensales, podrás utilizarlos para combinar o de manera individual como aliño de ensaladas, platos a la cazuela, asados, cremas o sopas. Puedes añadir alguno de ellos o varios, al gusto.
Aliño para carpaccio de cerdo
Una de las grandes ventajas del carpaccio es que se puede personalizar el aliño, por lo que puedes elegir entre varias opciones sobre cómo aliñar carpaccio de cerdo para que quede a tu gusto y al de las personas que se sienten en la mesa para la ocasión.
A continuación, para que sepas cómo aliñar carpaccio de cerdo puedes probar con la siguiente propuesta de sabores:
Membrillo y Frutos Secos a elegir
Entre los frutos secos a elegir, una de las opciones recomendadas es escoger de entre aquellas que más os gusten las que más potencian el sabor de los ingredientes en el plato. Como por ejemplo los anacardos, las nueces y los piñones.
Unidos al membrillo ofrecen una interesante mezcla de texturas que sin duda resultará un éxito para aliñar el carpaccio.
Paso a paso del aliño de carpaccio de cerdo
La elaboración es sencilla, ya que solamente es preciso freír los frutos secos con aceite de oliva virgen y presentar junto con el membrillo cortado en pequeñísimos dados. La manera como se presenta el aliño de carpaccio de cerdo es añadiendo los frutos secos una vez fritos por encima de las láminas de carpaccio, junto con los dados de membrillo.
Para terminar ya solamente finalizamos con un par de cucharadas de aceite de oliva virgen y sal. ¡Listo para degustar y saborear!
