¿Recuerdas los contundentes pucheros de casa de tus abuelos? Ellos sabían que las comidas de invierno son la base para mantenerse caliente y bien alimentado en los meses más duros.
En invierno, los platos de cuchara y los asados son los reyes de la mesa y por eso merecen un artículo tan apetitoso como el que te proponemos hoy en el Asador en tu casa.
Comidas de invierno
La ciencia avala que existe una termogénesis inducida por la dieta o lo que viene a decir que, el cuerpo quema calorías de los alimentos, liberando energía y calor.
Los nutricionistas dividen los alimentos entre: aquellos que calientan el cuerpo y los que enfrían. Si en verano nos decantamos por el gazpacho fresquito o una ensalada, en invierno nos inclinamos por otro tipo de alternativas de mayor peso.
Y es que, para combatir el frío puedes vivir dentro debajo de tu manta hasta que llegue la primavera, o puedes adaptar tu dieta con alimentos que te ayuden a mantener el calor corporal de forma natural.
Te damos algunas ideas.
8 comidas de la temporada invierno fáciles y económicas
Las comidas de invierno incluyen alimentos ricos en proteínas, nutrientes, antioxidantes y otros elementos que apoyan el sistema inmunológico y nos ayudan a combatir el frío desde el interior.
1. Hidratos de carbono complejos
Cuanto más tiempo tardas en hacer la digestión, mayor energía liberas.
El trigo sarraceno, el arroz integral, la avena y el pan integral son excelentes fuentes de energía y calor y por eso deberíamos de incluirlas de manera frecuente en nuestras comidas de invierno.
Puedes desayunar un tazón de avena con frutos secos y notarás que el recorrido hasta tu oficina es más llevadero.
La avena es rica en fibra y proteína vegetal, además de que te ayuda a reducir el colesterol.
2. Chocolate
Un chocolate a la taza bien caliente en invierno, puede ser la merienda o el desayuno perfecto y si lo acompañas con unos tradicionales churros o porras, el deleite está servido.
En Navidad hay poca gente que pueda resistirse a una taza de chocolate acompañado de una generosa porción del clásico roscón de reyes, ¿verdad?
El chocolate (preferiblemente negro) mejora la salud del corazón y también es beneficioso para la regeneración celular, porque contiene flavonoides, que son unos poderosos antioxidantes que nos protegen de los radicales libres.
Un corazón sano y una buena circulación sanguínea contribuyen a una mejor retención del calor corporal en invierno.
3. Un buen asado
El frío intenso nos obliga a un sobreesfuerzo por mantener la temperatura corporal constante y activamos unos mecanismos fisiológicos que originan calor desde el interior, para compensar el descenso de la temperatura exterior.
Este esfuerzo supone un mayor gasto calórico y pocos platos de invierno compensan el frío de manera tan eficaz como un buen asado. Solo imaginar el aroma ya nos conforta y sentarnos a degustar un buen cordero asado en su jugo a baja temperatura es el mejor regalo.
La carne es rica en proteínas y grasas que ayudan a sobrevivir al frío, por eso en El Asador en tu casa, te proponemos el cordero o nuestro delicioso cochinillo segoviano que se deshace en la boca.
4. Sopa o consomé
Si te gusta esquiar o pasear por un puerto de montaña en invierno habrás visto carteles en los bares que dicen: “tenemos caldo” y no se trata de una moda.
Para calentar el cuerpo, no hay nada mejor que tomar un buen caldo casero o una sopa calentita y si le añades unas gotas de tabasco, notarás antes su efecto calorífico.
También las cremas y purés ayudan a mantener la temperatura corporal.
Se recomienda añadir cebolla y ajo y se dice que tomar lentamente la sopa con una cuchara ayuda a los músculos a consumir más oxígeno.
Puedes hacerte una sabrosa crema de calabaza con un toque de tomillo y eneldo ya que, es una fuente maravillosa de vitaminas A, B1, B3, B6, C, E, ácido fólico, calcio, potasio, selenio, hierro, manganeso y fibra que te ayuda a mantener la salud de los ojos, te protege contra los resfriados y mantiene la sensación de saciedad durante mucho tiempo.
5. Legumbres
Las legumbres son un plato estrella de las comidas de invierno, de ahí que se recomiende su consumo de 2 a 3 veces por semana. Un buen plato de alubias, un cocido o unas lentejas son una buena opción por su alto poder calórico.
6. Frutas
En contra de lo que parece, la fruta no solo está indicada para consumir en los meses más calurosos y se aconseja añadirla a tus comidas de invierno, siempre que selecciones fruta de temporada y de calidad como la piña, el kiwi o las mandarinas.
Son un aporte de vitamina C, muy recomendable para fortalecer el sistema inmunológico y protegerte de virus y resfriados.
7. El té de jengibre
El té o el café son perfectos para atemperar el cuerpo y la raíz de jengibre tiene propiedades termogénicas que ayudan a mantener la temperatura corporal. Además, acelera el metabolismo y favorece una buena circulación sanguínea.
8. Frutos secos
Un puñado de nueces, almendras o avellanas al día son una fuente de salud.
Los frutos secos son ricos en ácidos omega 3, vitaminas y minerales y ayudan a incrementar el aporte calórico de nuestra dieta y a combatir el frío.