Si te gustan los platos sencillos pero llenos de sabor, el pollo al ajillo es la receta perfecta para ti. Este clásico de la gastronomía española es ideal para cualquier ocasión, ya sea un almuerzo entre semana o una comida más especial.
¿Te gustaría saber cómo hacer el pollo al ajillo de forma fácil y deliciosa? Sigue leyendo y descubre todos los secretos de este plato que nunca pasa de moda.
¿Qué es el Pollo al Ajillo?
El pollo al ajillo es una receta tradicional que se basa en dorar trozos de pollo en aceite de oliva junto con ajo, creando un sabor profundo y delicioso. A menudo, se le añade un toque de vino blanco y algunas especias, que aportan un extra de sabor.
El resultado es un pollo jugoso por dentro y crujiente por fuera, que se convierte en el plato favorito de todos los que lo prueban.
Ingredientes para la Receta de Pollo al Ajillo
Para preparar un delicioso pollo al ajillo, necesitarás los siguientes ingredientes:
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1 pollo troceado (aproximadamente 1,2 kg)
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6 dientes de ajo (pelados y laminados)
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100 ml de aceite de oliva virgen extra
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1 vaso de vino blanco
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1 ramita de romero fresco
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Sal y pimienta al gusto
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1 limón (opcional, para decorar)
Paso a Paso para Preparar el Pollo al Ajillo
Paso 1: Preparar el Pollo
Comienza por trocear el pollo en piezas medianas. Puedes usar muslos, pechugas o cualquier parte del pollo que prefieras, siempre que tengan piel, ya que esto ayudará a que el pollo se dore bien. Lava el pollo y sécalo con papel de cocina. Salpimienta al gusto.
Paso 2: Sofreír los Ajos
En una cazuela grande o sartén (preferiblemente de hierro o antiadherente), calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, añade los dientes de ajo laminados y sofríelos hasta que estén dorados y fragantes. No dejes que se quemen, ya que esto amargaría el plato. El ajo es el ingrediente clave para dar sabor a este plato.
Paso 3: Dorar el Pollo
Cuando el ajo esté dorado, agrega el pollo troceado a la sartén. Cocina el pollo por todos los lados hasta que esté bien dorado y crujiente, aproximadamente 10-15 minutos. Es importante que el pollo se dore bien, ya que esto le dará un sabor delicioso y una textura crujiente.
Paso 4: Añadir el Vino Blanco
Una vez que el pollo esté dorado, añade el vino blanco a la sartén. Deja que se evapore el alcohol durante unos minutos, removiendo para que el pollo se impregne bien con el vino. Este paso le dará un toque suave y sabroso a la salsa.
Paso 5: Cocinar a Fuego Lento
Añade la ramita de romero al pollo y reduce el fuego a medio-bajo. Deja que se cocine a fuego lento durante unos 20-30 minutos, o hasta que el pollo esté completamente cocido y jugoso. Durante este tiempo, el pollo se impregna de todos los sabores del ajo, el vino y el romero. Si ves que la salsa se reduce demasiado, puedes añadir un poco de agua o caldo de pollo.
Paso 6: Servir
Una vez que el pollo esté listo, retíralo del fuego y sirve caliente. Puedes decorar con un poco de limón cortado en rodajas para darle un toque fresco. El pollo al ajillo queda perfecto acompañado de arroz, patatas fritas o una ensalada fresca.
Consejos para un Pollo al Ajillo Perfecto
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No sobrecocines el pollo: Es importante que el pollo no se pase de cocción, ya que esto puede hacerlo seco. Asegúrate de cocinarlo a fuego lento, para que quede jugoso por dentro.
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Ajo en su punto: El ajo debe dorarse, pero no quemarse. Si se quema, el sabor amargo puede arruinar el plato.
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Vino blanco: El vino blanco le aporta un toque único al pollo, pero si no tienes, puedes sustituirlo por caldo de pollo o agua.
Acompañamientos: El pollo al ajillo va muy bien con arroz, papas fritas o una buena ensalada. ¡Es un plato muy versátil!
