El conejo al vino blanco es un plato clásico de la cocina mediterránea que combina la suculencia de la carne de conejo con la delicadeza y aromas del vino blanco. Esta receta sencilla resalta los sabores naturales de los ingredientes principales y es perfecta para una comida reconfortante en cualquier ocasión.
Ingredientes
- 1 conejo cortado en trozos
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cebolla grande, picada
- 2 dientes de ajo, picados
- 1 zanahoria grande, en rodajas
- 200 ml de vino blanco seco
- 200 ml de caldo de pollo
- Sal y pimienta al gusto
- Perejil fresco picado para decorar
Elaboración
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En una cazuela grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto. Agrega los trozos de conejo y dóralos por todos los lados hasta que estén dorados uniformemente. Retira el conejo de la cazuela y reserva.
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En la misma cazuela, añade un poco más de aceite si es necesario y agrega la cebolla, el ajo y la zanahoria. Cocina, revolviendo ocasionalmente, hasta que las verduras estén tiernas y ligeramente doradas.
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Regresa el conejo dorado a la cazuela y vierte el vino blanco y el caldo de pollo. Lleva la mezcla a ebullición, luego reduce el fuego a bajo y deja cocinar a fuego lento durante aproximadamente 45 minutos, o hasta que el conejo esté tierno y la salsa se haya reducido y espesado ligeramente.
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Prueba y ajusta la sazón con sal y pimienta según sea necesario.
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Sirve el conejo al vino blanco caliente, espolvoreado con perejil fresco picado para decorar. Puedes acompañarlo de unas patatas asadas, arroz o una ensalada verde para una comida completa y deliciosa.